lunes, 8 de diciembre de 2008

Te acuerdas aquella vez...

En que empuñaste una copa en alto, y bebiste tan sólo porque en realidad querías vaciar un recuerdo. Me había tomado tres shots de vodka casi de inmediato, uno tras otro, como formando una extraña fila india de cuerpos transparentes y diminutos. Eso fue hace algún tiempo atrás.

O como decimos algunos, hace cierto tiempo, el necesario, para extraer el recuerdo de nuestra billetera, el que podemos contar al mesero o al tipo que se ha puesto al costado nuestro, y mira concentrado como se vacía la botella, o si eres chica, tus senos que no se dejan esconder entre tu ropa. Por ahí quizá alguno/a prefiera de confidente a las dependientas de los grifos de Lima. 

No existen leyes para los/las inombrables, cada quien mata sus recuerdos como les plazca y se ahoga en alcohol, humo, hierbas, o sábanas ajenas. Cada uno, dicen, tiene lo que se merece, pero eso no es cierto. Es el típico cliché con que nos quieren acostar temprano.

¿Verdaderamente eres un ser tan solitario?




martes, 25 de noviembre de 2008

Recogiendo cristales

Camino ahora sobre los crujientes vidrios
y cada chasquido es un momento de pasión para olvidar.

Visito después de tiempo esta esquina,
este viejo bar, con olor a cerveza y orina,
las canciones no cambian, los cantantes quizás,
los romances sin futuro termina acá.

Equivocado intento de reanimar el alma
fermentados de cebada o uva
alcohol de caña de azucar,
te colocan en espera de una aventura más.